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| Chagall 1968 |
"La Bíblia habla de Dios al hombre no para instruirlo sino para convocarlo, provocarlo y llevarlo más allá de sí mismo.
(...)
La Bíblia es el relato de lo que Dios puede dar de sí con el hombre y de lo que el hombre puede dar de sí con Dios.
(...)
Cada libro tiene su alma y nos enriquece solo cuando nos dejamos llevar hasta sus abismos o elevar hasta sus alturas. Sólo con sudor y lágrimas se llega a las cumbres y se accede a las fuentes."
Olegario González de Cardedal a El País de 30.12.1998, p. 14
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