diumenge, 14 de desembre del 2014

Servitud i grandesa



Torres-Garcia 1948


"Servidumbre y Grandeza de la filosofía. Por un lado, obediente servidumbre de su amor franciscano para las humildes y abigarradas apariencias, los sentidos, las existencias, lo individual, lo particular, lo concreto, lo circinstancial, lo anecdótico, lo accidental, lo fenoménico y lo fáctico; para todo lo cambiante, perecedero, fugaz, temporal, contingente, transitivo, relativo, inacabado, limitado, separado, empírico y dialéctico; para el Mundo de lo Múltiple y plural, de lo diferente y lo contrario, del Devenir y de los hechos. Por el otro lado, delirios de grandeza de su amor platónico para las elevadas y puras ideas, las razones, las esencias, lo genérico, lo universal, lo abstracto, lo principal, lo fundamental, lo sustancial, lo nouménico y eidético; para todo lo inmutable, perdurable, eterno, intemporal, necesario, invariable, absoluto, perfecto, infinito, contínuo, cogitado, sistemático; para el Reino de lo Uno y del Todo, de lo mismo y lo idéntico, del Ser y del Deber ser. Y no hay auténtica grandeza que no sea a su vez servidumbre, tal como no hay verdadera servidumbre desprovista de grandeza."


Rodolf Llorens i Jordana a Servidumbre y grandeza de la filosofía (escrit a Caracas el 1948 i publicat a Buenos Aires el 1949)




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